Enfermería en el Trauma

HÉCTOR HERRERA YUSTE






Introducción

Más de 4.300 personas perdieron la vida en Europa, de ellas 472 en España en el año 2005, conduciendo o a bordo de una motocicleta, según datos de la base de datos europea CARE de accidentes1. Los estudios de la Nacional Higway Traffic Safety Administration (NHTSA) de Estados Unidos han demostrado que son las lesiones de cabeza las principales causas de muerte entre los accidentados en vehículos de dos ruedas, y que el uso del casco reduce casi un 30% la posibilidad de sufrir lesiones mortales. Por ello, y quizás también por las agresivas campañas de concienciación y de sanción por parte de la Administración, afortunadamente la utilización del caso en los conductores de moto y motocicletas sea cada vez más frecuente, en cumplimiento de la normativa vigente.

El casco (integral) protege de lesiones craneales, maxilofaciales y cervicales; sobre su superficie debemos buscar rozaduras o deformidades que hagan pensar en la existencia de posibles lesiones traumáticas.

 


 



Cuándo no hay que retirar el casco

El personal encargado de los servicios de urgencia debe conocer las técnicas necesarias para retirar el casco manteniendo la inmovilidad de la columna cervical2, puesto que en la mayoría de las ocasiones es necesario retirarlo para permitir la realización de diferentes maniobras sobre el paciente.

 

Sin embargo, el casco no debe retirarse cuando ello represente más peligro que no quitarlo3. No debe retirarse en los siguientes casos:

  • Si los socorristas no están entrenados en esta técnica.
  • Si es un único socorrista el que se encuentra en el lugar del accidente.
  • Si el casco no se retira fácilmente con el método que describiremos a continuación.
  • Si el accidentado está consciente, su función cardiorrespiratoria es normal y no hay una persona en el lugar que esté cualificada para ello. En este caso, el casco no se retirará hasta que en el hospital se haya realizado una radiografía al accidentado.

En un accidentado con casco debe sospecharse la posibilidad de que haya una lesión de la columna cervical, sobre todo en los siguientes casos:

  • Si el accidentado se queja de dolor de nuca o cuello.
  • Si tiene falta de sensibilidad.
  • Si tiene falta de movilidad.
  • Si el casco está roto o presenta importantes rozaduras.

Puede haber una lesión de la columna cervical sin presentar los signos antes mencionados.

 



Cuándo retirar el casco

El casco debe retirarse en el lugar del accidente en los siguientes casos:

1. El accidentado no respira o lo hace con dificultad.

2. No está consciente y, por tanto, no habla o no responde a órdenes sencillas.

3. Vomita o ha vomitado.

4. La víctima ha sufrido una parada cardiorrespiratoria.

5. Cuando la mascarilla o el visor interfieren la ventilación adecuada o la capacidad del personal de emergencias para restablecer la permeabilidad de la vía aérea.

6. Si el accidentado está consciente, su función cardiorrespiratoria es normal y hay una persona en el lugar que esté cualificada para ello, pues durante el traslado al hospital el casco actuará como una esfera encima de la camilla, haciendo del cuello una zona sumamente inestable4.

 


 



¿Qué haremos si no retiramos el casco?

  • Tranquilizar al paciente.
  • Decirle que no mueva el cuello.
  • Abrir la visera y retirar objetos que pudieran obstaculizar futuras maniobras.
  • Aplicar las diferentes técnicas de inmovilización y movilización para trasladarlo al centro sanitario, fijando el casco a la camilla y almohadillando el hueco entre la camilla y el cuello.

Para iniciar la retirada es preciso que la víctima esté situada en el suelo boca arriba y con la cabeza-cuello-tronco alineados. Si para lograr esta posición es necesario movilizarlo, se deberá fijar manualmente la columna cervical, para así moverlo en un solo bloque2.

 


 



Técnica de extracción del casco

Socorrista 1. Se arrodilla por detrás del paciente y mantiene alineados la cabeza, el cuello y el tronco. Sujeta el casco con sus dos manos y tira ligeramente de él hacia atrás, colocando sus dedos en la mandíbula de la víctima para evitar que el casco se desplace bruscamente, un posible riesgo si la correa está floja (fig. 1).

Socorrista 2. Corta o suelta la correa de fijación mientras que el compañero mantiene la tracción de la cabeza (fig. 1).

Socorrista 2. Coloca una de sus manos sobre la mandíbula del paciente, con el pulgar a un lado y los dedos medio e índice en el lado opuesto, y la otra mano por detrás del cuello del paciente, aplicando una fuerte presión sobre la región occipital. De esta forma se transfiere la inmovilización del primer al segundo socorrista.

Socorrista 1. Retirará el casco sujetándolo lateralmente con ambas manos y separando sus bordes, para así facilitar su desplazamiento mientras que tira suavemente de él. Si el casco cubre completamente la cara, para poder pasar la nariz, es necesario bascular ligeramente la parte anterior de éste. (fig. 2).

Durante toda la fase de extracción del casco, el socorrista 2 mantendrá la tracción de la cabeza para prevenir su desplazamiento (fig. 3).

Socorrista 1. Después de retirar el casco, sustituirá al socorrista 2 en la fijación del cuello, para lo que colocará las manos a los lados de la cabeza del paciente, sujetando firmemente la mandíbula y la base del cráneo del paciente y tirando ligeramente hacia atrás (fig. 4).

Socorrista 2. Colocará un collarín cervical, pero al no garantizar la inmovilización absoluta del cuello, el socorrista 1 mantendrá la fijación manual, mientras que el socorrista 2 atiende al accidentado (fig. 5).

 


 

 
Figuras 1-5
Extracción del casco y colocación del collarín.
 

 
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